14 de julio de 2016

Adolescente

Para saber a qué hora llega y que no lo hace en una condición puramente bestial y babeante, dejo al adolescente una palabra bajo el felpudo que él tiene que whatsappearme. Son preciosas. Escribo: cornamusa, alimañero, infinitos, reverberación, congrio, abencerraje. Él las teclea y se mete vestido en la cama. Yo espero que me pregunte algún significado o que me diga que me he superado, que cada día son más bonitas, pero nunca me dice nada. Apenas si existo.

3 comentarios:

Habla, di

¡Recomienda este blog!